miércoles, 8 de febrero de 2012

Caminos imposibles

Saliendo de la ciudad de Ngozi puedes encontrar la verdadera esencia de la vida burundesa, la de siempre, la del campo, la de la gente viviendo en armonía con la naturaleza. Casitas de adobe, madres llevando a los bebés en las espaldas, niños felices jugando al escondite, cabras pastando, caminos de tierra que se pierden entre los árboles...

Quería contaros que hace unos días me encontré por estos lares a una señora mayor con una habilidad digna de cualquier alpinista profesional, merecedora de un artículo en mi blog, y también de salir en el programa de Cuarto Milenio reconocida como un suceso paranormal.

Como se puede apreciar en la foto, la señora va descalza y lleva en la cabeza una penca de bananas y un saco, al parecer, de patatas. De repente, la vi subiendo este camino empinado con una facilidad inexplicable, sin apoyar las manos en el suelo y sin perder el equilibrio. Un camino practicamente vertical, pero, ¿cómo lo hacía? No había truco, puedo jurar que no era un camino escalonado, que no llevaba ventosas en los pies ni clavos, que subía erguida, sin tropiezos...Esperé a que subiera y luego me acerqué para comprobar que efectivamente la pendiente del camino era enorme, practicamente una pared.

En fin, algún día volveré al mísmo lugar a ver si hay más gente que consigue la proeza de esta señora, echaré otras fotos donde se vea el camino entero (unos 5 metros de subida) para dejar constancia de la altura y después intentaré subir yo, pero sin plátanos y con zapatillas.

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