Por fin hoy me siento delante del ordenador y me pongo a escribir sobre mi viaje a Tanzania. Desde que volví a Burundi no he tenido tiempo ni para respirar. Poniéndome al día con las clases en la Universidad y ayudando a mi amigo Amidou a preparar su memoria de fin de carrera. Esta semana he dado 28 horas de clase a los de 4º de español. Voy marcha exprés para poder acabar con todos los cursos antes del verano, así que hago 7 horas al día de clases de lunes a viernes…
Bueno, a lo que iba, ¡mi viaje a Tanzania!
En un principio sólo tenía pensado pasar una semana en la isla de Zanzíbar con un grupo de amigos franceses que viven aquí en Burundi, pero al final, hablando con mi amigo Josito (el canario con el que viví en México en 2008) coincidiendo que él iba a hacer el viaje de su vida: la vuelta al mundo en 80 días, (ver blog: http://elpaseodejosito.blogspot.com.es/ ) decidí al final prolongar las vacaciones a 3 semanitas en Tanzania y así estar más tiempo juntos.
Dicen que la distancia y el tiempo hacen el olvido y que las amistades se van perdiendo…pero los buenos amigos siempre están ahí. La prueba es que después de México 2008, luego he estado con Josito en Madrid, en 2010 en Canarias, en 2011 en Londres y ahora en 2012 en Tanzania. Hemos compartido muy buenos momentos, nos hemos reído mucho y hemos hablado con un poquito de nostalgia de nuestro querido México y de los amigos que hicimos allí. Nuestro próximo encuentro tiene que ser en Extremadura, ¿quizá en 2013?
Me encontré con Josito en el aeropuerto de Dar es Salaam el 28 de marzo y el mismo día decidimos coger el Ferri e irnos a la Isla de Zanzíbar. Tengo que añadir que mi viaje empezó en autobús desde Burundi el día 26 marzo…y 26 fueron las horas para llegar a Dar… ¡casi me da algo!
en bici por el sur de Zanzíbar
Zanzíbar: lugar paradisiaco, de playas de arena “harina” y de agua cristalina. Isla recomendada al 100% para pasar al menos dos semanas de relax. El tiempo nos acompañó toda la semana que estuvimos allí. El primer día lo pasamos en Stone Town, ciudad encantadora de tradición musulmana.
Aquí fue donde conocimos a las alemanas Karen y Eva (aunque antes ya las vimos en el Ferri desde Dar) y con ellas decidimos subir el día siguiente a Nungwi (norte de la isla) donde estaban las mejores playas. Ahí pasamos 5 días increíbles. Hicimos snorkel y disfrutamos de un buen solito. Winnie y su prima Rafaella, (que así decidimos llamarle) nuestras amigas de Kenia, también tengo que mencionarlas porque formaron parte de la aventura. Con Paul, Clémence y el resto de amigos franceses sólo pude coincidir un día, pero lo pasamos bien y nos dimos un buen homenaje cenando un buen marisco. Por supuesto, no puedo olvidar a los Masaï, al final me hice amigo de alguno de ellos. Pensé que sería más difícil verlos o que estarían más escondidos en sus pueblos, pero resulta que estaban por todo el país, que tenían móvil e incluso Facebook. ¡Hasta estuvimos de fiesta juntos bailando la Danza Kuduro! Digamos que no han tenido más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos.
mis amigos Masaï
Los dos últimos días los pasamos en el sur de la isla, menos turístico pero igual de encantador. Vanesa (española) fue nuestra siguiente amiga por estos lares. Al final nos pasamos los primeros siete días bien acompañados, no nos podíamos quejar.
Nos costó dejar la isla pero teníamos que continuar el viaje y volvimos a Dar, nuestro punto de partida.
El 6 de abril llegamos a Mikumi National Park donde hicimos un safari.
MIKUMI NATIONAL PARK
¡Fue alucinante! Las fotos lo demuestran. El viaje siguió hacia el norte de Tanzania e hicimos parada en Dodoma, capital del país. Aquí realmente no había mucho que ver. Sorprende que sea la capital del país cuando en realidad tiene 4 calles y media. El día siguiente subimos a Arusha y aquí si nos paramos varios días.
Con nuestro amigo Benjamin (que lo conocimos en Zanzíbar) hicimos un mini recorrido cerca de su casa, a las afueras de la ciudad. Acabamos de noche, viendo las estrellas y escuchando el sonido de los animales… ¡fantástico! 2 días después, con Benjamin hicimos ya una excursión en serio durante horas por el monte Meru. Contacto al máximo con la naturaleza. Caminamos descalzos por la hierba fresca del bosque, cogimos moras y vimos un paisaje asombroso que difícilmente podremos olvidar. ¡Gracias Benja!
Después de Arusha Josito hizo más safaris y yo me fui a Moshi, donde pude ver de cerca el Kilimanjaro… ¡increíble!
El último día en Tanzania lo hicimos de nuevo en Dar es Salaam donde Josito cogía su avión para seguir su vuelta al mundo. Su nuevo destino era Tailandia.
Yo cogía el bus de vuelta a Burundi. ¡Esta vez fueron más de 30 horas!
Gracias Josito por haber sido un buen compañero de viaje, un buen amigo. Nos hemos pegado unas vacaciones inolvidables. Me alegro de haber compartido estos primeros 21 días de tu vuelta al mundo contigo. ¡Buena continuación, carnal!
¡Nos vemos en Extremadura!
Carnal sigo moviendome por Australia pero como te dije creo que aun nada puedo comparar a los dias que pasamos juntos por Tanzania. Estoy seguro que esto seria diferente si el viaje hubiera continuado contigo. Estariamos cantando algun exito australiando. Un abrazo. Dale duro a los burundeses con el espanhol
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