domingo, 24 de junio de 2012

Rwanda, Le pays des Mille Collines



El fin de semana del 16 y 17 de junio fui de viaje al país gemelo de Burundi, al país de las“Mil colinas”: Ruanda.

En un principio el viaje sería con Valentin y Gaëtan, dos amigos franceses de Burundi. El problema fue cuadrarnos los tres, luego las visas, los imprevistos de última hora, etc…Parece que el destino no quiso que hiciéramos este viaje los tres juntos, una lástima, pero bueno, al final los personajes de esta historia fueron distintos, pero igualmente maravillosos: Caroline, de Canadá; Charlotte, de Francia; y Awam, de Burundi.  


El viaje comenzó con ellos tres en Bujumbura con el coche de Caroline. Los pobres pincharon y tuvieron que cambiar una rueda, así que llegaron un pelín tarde a Ngozi, pero sin problemas. A partir de ahí todo fue perfectamente. Desde Ngozi tardamos casi 2 horas en llegar a Kigali. Nos instalamos en el hotel e inmediatamente nos fuimos a patear la capital. Es una ciudad ubicada prácticamente en una colina, lo que dificulta el desplazamiento de un lado a otro caminando, así que acabamos derrotados. A Charlotte se le ocurrió la magnífica idea de ir a tomar algo al famoso hotel “Des Mille Collines”, mereció la pena.  


Para quien no lo sepa, este lugar fue el refugio de cientos de ruandeses de etnia “tutsi” durante el genocidio de 1994. Por la noche, después de cenar, Awam nos llevó a un concierto donde había varios grupos de la zona, como Tom Close, Jey Polly o Rafiki, pero el más conocido de todos fue el burundés Kidumu. Disfrutamos mucho.

El domingo por la mañana fuimos al Memorial del genocidio. Fue demasiado impactante. Pasamos más de dos horas dentro. Cuando salimos nos quedamos sin hablar durante un buen rato; las fotos, vídeos y comentarios de los afectados por el genocidio fueron terribles, pero prefiero no dar detalles, son demasiado desagradables, muy tristes. 


En todo caso, es un lugar que hay que visitar. No hay que olvidar lo que pasó en Ruanda entre las etnias Hutu y Tutsi; la herida sigue aún abierta, y me temo que por muchos años.

La última parada del viaje queríamos que fuera algo diferente de Kigali, así que Awam nos llevó a un lugar con un paisaje increíble, al lago Ihema. Fue un lugar estupendo para poner punto final a nuestro mini viaje ruandés. Gracias Carol, Charlotte y Awam por estos dos días inolvidables.



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