viernes, 30 de septiembre de 2011

Universidad de Ngozi

Es el momento de hablar por fin de mi objetivo como Lector por estas tierras africanas: la docencia del español.

En la Universidad de Ngozi tenemos 4 niveles/cursos de español. De momento estoy dando clases a los de 2º y a los de 3º. Empecé la semana pasada. Los de 2º andan un poquillo perdidos aún, pero buke buke (en kirundi significa poco a poco). En cambio los de 3º se nota que ya tienen un año más de preparación, es un gusto poder dar clases con alumnos que tienen un cierto nivel de la lengua, porque puedes hacer mil cosas más con ellos. Aparte tengo que añadir que he tenido suerte; todos los estudiantes están motivadísimos por aprender español, todos participan, me miran, preguntan dudas, etc… así también me motivo yo, la verdad. Tengo alrededor de 20 alumnos en cada clase. A mediados de noviembre comenzaré ya con los 4 niveles.

Me sorprendió el interés que tenía la mayoría por España, todos quieren saber cómo es la vida allí, si hay trabajo, Seguridad Social, derecho a la educación, etc… En España decimos que tenemos crisis, que la cosa está bien jodida. Pero cuando vienes a Burundi y te encuentras con que no hay Seguridad Social, que el acceso a la educación es bajísimo (hay un gran índice de analfabetismo en todo el país), la pobreza, etc... empiezas a relativizar las cosas. Aquí los que van a la Universidad son realmente unos privilegiados. Las familias tienen que realizar verdaderos sacrificios para poder pagar la Universidad a un hijo. Normalmente la media de hijos en Burundi es de 6. Es sólo el hijo mayor el que sigue los estudios, el único al que pueden pagar un futuro. El resto trabajará en el campo. Con respecto al trabajo y el sueldo, un burundés puede ganar unos 30 mil francos burundeses al mes = unos 20 euros al mes. Para ganar esto echan una media de 12 horas al día.

Somos realmente afortunados de haber nacido en España a pesar de los pesares…

El burundés: africano de cuello y cabeza de acero

Todavía hoy, después de casi 3 semanas en Burundi, sigo alucinando con la habilidad y equilibrio que tienen los burundeses para cargar todo tipo de cosas en la cabeza, tanto los hombres como las mujeres.

Los hay atrevidos, que no sé cómo no se parten el cuello del peso que llevan encima. He visto con mis propios ojos a algunos caminando con una viga de hormigón de unos 3 metros en la cabeza, ¡esto es verlo para creerlo!


También vemos a niños llevando vasijas de agua, ramas, ladrillos, plátanos. En frente de mi casa hay una escuela, sobre las 13h vemos una hilera de niños yendo para sus casas.

Podemos ver cómo muchos de ellos tienen en la cabeza una botellita de agua, la libreta del cole, etc…esto parece ya hasta un vacileo! no entiendo, el caso es que le dan poco uso a las manos.


¡Y qué contaros de las bicicletas!

Si en una cabeza caben hasta 6 cajas de cartón llenas de cosas… ¡qué podremos encontrar en una bicicleta! Desde armarios (lo he visto con mis propios ojos) hasta todo un cargamento de bananas que sobrepasan por encima de la cabeza del burundés. Ladrillos, bidones, montones de sacos de cemento, de gravilla, no sé…¡esto es espectacular!

miércoles, 28 de septiembre de 2011

voilà mes colocs!!

Tras 4 días viviendo en una casa sin luz y sin agua por fin me pude mudar a otra, mucho mejor situada y apenas sin cortes eléctricos. En la foto de la derecha (hecha en Bujumbura) os presento a mis compañeros de casa: dos franceses y un burundés, todos muy apañaos.

El título de esta entrada está en francés porque en esta casa es la lengua que tenemos todos en común. ¡A mí me viene de lujo!

Brian: profesor de Derecho, 34 años. Doctor en Ciencias Políticas, budista, amante de todo aquello relacionado con las plantas y las flores.

Max: profesora de traducción francés – inglés, 27 años. Es licenciada en Historia, política, relaciones internacionales y medio ambiente. Es la chef de la cocina, hace platos riquísimos.

J.Pierre: burundés, es el novio de Max. 28 años. Habla kirundi, swahili, francés, inglés y español…un crack !

La casa es genial, con jardincito en la entrada. También tengo que mencionar la nueva adquisición que nos hace la vida mucho más fácil: se llama “Gato”. Así hemos bautizado a nuestro coche. En Kirundi significa “pequeño”. A parte, nos gustaba este nombre porque luego en francés (gateau = pastel) y en español (gato - animal) también significa otras cosas. Nos lo ha cecido la Univ. de Ngozi.

Era un coñazo tener que depender de las bici-taxi o de las moto-taxis para ir a las clases, más que nada porque aquí llueve con bastante frecuencia y la vuelta a casa (sobre las 6 de la tarde) es ya de noche y digamos que no es muy divertido ser muzungu a estas horas, ir cargando con un portátil ya siendo de noche y además que esté lloviendo. Tengo que recordar que aquí no hay alumbrado público en las calles, para darle más emoción a la cosa...

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Cómo afeitarse la barba de noche, sin luz y sin espejo?

En Burundi la electricidad va y viene, es impredecible saber cuándo uno va a tener luz en casa, depende de factores como la lluvia o un simple viento. Con un poco de suerte, la tendremos una semana entera, sin cortes, pero también nos puede tocar otra entera sin ella. 

En fin, llegó el día de presentarme por primera vez en la Universidad de Ngozi como el nuevo profe de español. Como no podía ser de otra manera, lo dejé todo para el último día y esperé a que fuera de noche para ponerme manos a la obra con la barba homeless style. Y, ¡zas!, se fue la luz. Oscuridad total en casa. Tenía que encontrar una solución como fuera ya que la mañana siguiente me encontraría con el Rector y con los alumnos y tenía unas barbas bastante curiosas.

Fui al baño, preparé todo, cogí una linterna para alumbrarme. Maquinilla en mano, hago el gesto de mirar hacia arriba del lavabo y…voilà!! ¡No hay espejo! Busqué por toda la casa y no había nada, las ventanas apenas reflejaban mi cara, pero no era suficiente. Lo peor de todo es que ya sabía que no tenía espejo pero, iluso de mí, volví a comprobarlo por si acaso.
Llegados a este punto, el problema ya era doble: ni luz eléctrica ni espejo. Menos mal que al menos la maquinilla tenía la batería cargada y no necesitaba ser enchufada. Tenía que buscar una solución…

Después de minutos de desesperación, se me ocurrió la brillante idea de usar la webcam del portátil como si fuera un espejo. El 15% de batería que le quedaba fue justa pero suficiente para realizar el afeitado más curioso de toda mi vida: de noche, sin electricidad y sin espejo. 

Moraleja: cuando las barbas de tu vecino veas pelar en Burundi...


de Bujumbura a Ngozi

Salimos para Ngozi a las 6h de la mañana del 12 de septiembre. La única carretera que une estas 2 ciudades es la columna vertebral de toda la población, la vida de estas personas gira en torno a esta carretera de puerto de montaña. Durante todo el viaje sólo se veían hileras de personas cargadas de comida en la cabeza, madres cargando a los niños colgados de la espalda, niños que andaban kilómetros con libreta en mano para ir al colegio, otros niños con menos suerte que van con sus zachos o también con la carga de alimentos en la cabeza; decenas de bicicletas cargadas de todo tipo de material de construcción, de plataneras, de pasto, de fruta, algunos en bici que se enganchan a las traseras de los camiones para ir más rápido; motos cargadas con 2 o 3 personas…aquí vale todo!

La gran mayoría de la población burundesa madruga como a las 5h de la mañana, caminan entre 2 y 3 horas para volver cargados al pueblo echando otro par de horas. Los de las bicis y motos tardan menos, tienen una mínima ventaja. Rara vez te cruzabas con coches.
Fui con Apo a la Universidad y me presentó a la mayoría de los profesores. Luego me instalé en la que de momento es mi casa, tiene 4 habitaciones para profesores, de momento sólo estoy yo. Está a unos 8 minutos andando de la Universidad. Bien situada. La casa está genial, la luz y el agua vienen cuando les parece. A veces tengo agua, otras veces luz, otras ninguna de las dos. Parece que dependiendo del barrio unos días nos cortan la luz y el agua a nosotros, otras veces les toca a otros.

soy un "Mzungu"



Cambiando de tema, muchos me han preguntado cuál es el valor de la moneda en Burundi. Con 10 dólares que me sobraron del visado me dieron en un banco 11.475 francos burundeses. Con este dinero compré agua, una baguette, estuve una hora conectado a internet en un ciber, compré una cerveza, cogí varios taxis y después de todo aún me sobraban unos 3 mil francos bu. Para comer un buen plato de arroz con legumbres, plátano frito, etc... + bebiba gastamos unos 2300 fr. burundeses. Lo que viene siendo 1 euro con 20 céntimos.

Muzungu Muzungu, bwakeye!!


11 de septiembre de 2011: comienza la aventura africana!!



Después de 8 horas de vuelo desde Bruselas mi avión llegó por fin a Bujumbura (capital de Burundi). ¡¡Mi primer contacto con tierras africanas!! Pagué 90 dólares y me dieron el visado en el propio aeropuerto. Monsieur Apollinaire (rector de la Univ. de Ngozi) me esperaba con un cartelito donde ponía mi nombre. Ya de noche llegamos a la ciudad y la anécdota fue que Apo (así llamaré a Apollinaire, mi coordinador) tenía que ir a un ciber a mirar su correo. Yo me tuve que quedar dentro del coche para vigilar las maletas, guitarra, portátil, etc...La cosa era que la ventana del conductor estaba abierta del todo, no se podía cerrar. Así que la tentación de los burundeses que quedaban en la calle (mirándome fijamente en la oscuridad) era bastante grande, yo estaba un poco acojonao, pa qué negarlo! A parte los mosquitos también eran invitados a venir a visitarme. En fin, después de 20 minutos de estrés esperando a Apo todo se quedó en un susto y en algún par de picaduras insignificantes. El día siguiente nos quedaríamos en la capital porque Apu tenía una conferencia. El martes a las 6h de la mañana iríamos a Ngozi, por una carretera de curvas bastante peculiar, de puerto de montaña, toda una aventura!

sábado, 17 de septiembre de 2011

saludos desde Burundi

Hola a tod@s!

Aquí desde mi bonita casa burundesa doy por inaugurado mi blog. Espero que sea entretenido. Escribiré todas las impresiones y anécdotas que me surjan en este país, corazón de África. ¡Espero vuestros comentarios!