jueves, 22 de octubre de 2015

Ecuador: el país de los 4 mundos.

A Ecuador le llaman el país de los cuatro mundos por ser el que más diversidad tiene por kilómetro cuadrado en el planeta. Es cruzado por los Andes, bañado por el Pacífico e invadido por la selva Amazónica; de ahí a que albergue los cuatro mundos: La Amazonía, la Costa, la Sierra y las Islas Galápagos.

Montañas ecuatorianas


El lunes 14 de septiembre nos despedimos de Colombia y Ecuador nos daba la bienvenida. Primera frontera cruzada por tierra. Las anteriores (de Cuba a México y de México a Colombia) fueron por aire.



El primer pueblito ecuatoriano que pisamos fue Ibarra. Allí nos esperaba Gabriela, nuestra primera couchsurfing. Nos alojó en su casa y nos dio buenos consejos para nuestros primeros días ecuatorianos.

¿Y qué es couchsurfing?

Es una red de viajeros, una comunidad de internet donde gente de cualquier parte del mundo ofrece alojamiento gratuito en su propia casa. Cualquier cosa es válida, desde un trocito de suelo donde poner saco y esterilla hasta una habitación con un buen colchón donde dormir.
Este sistema sin ánimo de lucro nació hace pocos años de la generosidad de viajeros, en su mayoría mochileros, que tuvieron la gran idea de ofrecer sus propias casas para así hacer más económicos los viajes a cualquier aventurero. A través de referencias podrás evaluar positiva o negativamente tu experiencia en couchsurfing. Cuantas más referencias positivas tengas, más posibilidades tendrás de que la gente te ofrezca dónde dormir porque confiarán más en ti.
La inmersión cultural es otro de los factores importantes de esta comunidad. Con los anfitriones puedes compartir muy buenos momentos, como cocinar platos típicos, conversaciones, consejos, y, como no, unas buenas cervecitas escuchando música local. En otras palabras, couchsurfing te permite conocer el mundo a través de su gente.

Vistas de Quito desde el Cerro del Panecillo

Después de Ibarra nos fuimos a Otavalo, precioso pueblito andino donde pudimos escuchar las primeras conversaciones en quechua, lengua indígena del antiguo imperio inca. Merece la pena pasar por aquí y darse un paseo por la Plaza de Armas y su mercado de artesanía.

El miércoles 16 llegamos a Quito, primer chaparrón de todo el viaje. La lluvia nos cayó nada más llegar, mientras caminábamos hacia el centro de la ciudad.


A parte de la lluvia, nos sorprendió una multitud de gente manifestándose a favor del presidente Correa, gente protegida por cientos de policías antidisturbios que esperaban en tensión la llegada de los anti-correas, que llegaban poco a poco desde todas partes de la ciudad.
Manifestantes contra el Presidente Correa



Al parecer, su protesta se basa fundamentalmente en el incumplimiento de las promesas que hizo Correa durante su mandato con respecto a la educación, al empleo, a la sanidad…pero, sobre todo, porque éste quiere cambiar las leyes del país para poder prolongar su legislatura por cuatro años más. El debate está servido.

En la Mitad del Mundo




En Quito paramos un par de días. El mirador del Panecillo es uno de los atractivos de la ciudad. Desde este lugar se puede disfrutar de una panorámica de la ciudad donde destaca la enorme catedral de estilo gótico. Gracias a mi amiga Paula descubrí otra de las joyas de Quito: el barrio de Guápulo. Es un lugar auténtico, bohemio y nada turístico, alejado del estrés de cualquier ciudad grande. Recomiendo ir a este lugar durante la noche.

El viernes fuimos a La mitad del mundo. Según los expertos, en este lugar nos encontramos en la latitud 0º0´0” del mundo, línea imaginaria que separa a los dos hemisferios del planeta. Hicimos el experimento de verter agua en un recipiente y comprobar cómo giraba según el hemisferio donde nos encontrábamos. También tuvimos una degustación del cacao ecuatoriano que, según los expertos, es el mejor del mundo.

Laguna de Guatavita



De Quito nos fuimos a Atacunga y de ahí a la Laguna de Guatavita, uno de los atractivos naturales más sorprendentes del país.





Baños fue nuestro penúltimo destino ecuatoriano. Este pueblito está rodeado de montañas y tiene cientos de atractivos turísticos para los amantes de la naturaleza. Fuimos a los Ojos del Volcán Tungurahua donde se encontraba el famoso columpio del fin del mundo.

Columpio del Fin del Mundo


Cuenca fue nuestro último destino antes de entrar en Perú. Este lugar lo recuerdo con mucho cariño gracias a la gente que conocimos. Hicimos couchsurfing en casa de Gabi, una persona excelente que nos trató como si fuéramos de su propia familia. Allí coincidimos con Ayelen, Brenda y Otti, 3 argentinos artistazos que andan viajando por toda América Latina actuando en la calle con su espectáculo de tango: Mañosa banda de teatro. Con ellos pasamos los últimos tres días en Ecuador, tres días inolvidables con sabor a Tango.










También nos presentaron a Seba y Ludmila (FB: Andando somos) otros amigos argentinos que viajan en combi por el continente vendiendo sus artesanías y presentando su obra de teatro. Todo un lujo haberlos conocido a todos.  Espero volver a coincidir con ellos en cualquier otra parte del mundo.

Con la Mañosa Banda de Teatro



Ya empiezan a pesar los días, los kilómetros y las comidas irregulares durante el día. El resultado son unos 4 kg de menos de peso. ¡Espero no perder más! Pero en fin, como se suele decir, sarna con gusto, no pica…


Y de Ecuador a la joyita del viaje:  ¡Perú!


viernes, 2 de octubre de 2015

Colombia: café y arepas

El 3 de septiembre volaba de Ciudad de México a Bogotá saltándome toda América Central. Países como Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador...los dejaré para otro momento de mi vida. La idea era unirme en Colombia con Dani y Lorenzo. Con ellos empiezo una nueva aventura de varios meses hasta llegar a Brasil.

Con Lorenzo y Dani, en el Transmilenio de Bogotá
Dani es un trotamundos de origen sevillano. Actualmente lleva casi año y medio viajando por el mundo. Fue, en gran parte, el culpable de mi decisión en hacer este viaje por América. Lo conocí en 2008 en Guadalajara (México) en nuestro año de intercambio internacional universitario.

Lorenzo es amigo de Dani desde hace unos diez años. Madrileño de pura cepa y arqueólogo de profesión. Un cachondo mental con el que ya he compartido unas buenas risas estos primeros días. Creo que los 3 formamos un buen equipo aventurero. Todo un lujo viajar con ellos. Ya iré contando alguna que otra anécdota que vaya surgiendo con este par de elementos.

Comprimiré todo mi paso por tierras colombianas en unos cuantos párrafos. Será una ardua tarea pero intentaré que sea, cuanto menos, interesante de leer. Seguiré la misma dinámica de las entradas anteriores, es decir, hablando de los lugares que visitemos, siempre con dirección hacia el sur del continente. El vuelo del DF a Bogotá será el último que tomemos. A partir de ahora cruzaremos todas las fronteras por tierra.
Vistas de Bogotá desde el cerro Monserrate

Bogotá fue el punto de encuentro de todos. La capital colombiana está situada en el puro centro del país y cuenta con casi 8 millones de habitantes. En un principio puede parecer algo caótica, por el tráfico y el bullicio de gente, pero al final uno se termina acostumbrando. Aunque, eso sí, el transporte Transmilenio de la ciudad nunca lo olvidaremos, y no por lo sencillo que era utilizarlo sino justo por lo contrario. Era imposible saber cómo llegar a los diferentes sitios de la ciudad. Había que hacer como mínimo 3 o 4 trasbordos y luego preguntar a alguien para ver si íbamos en el buen camino.

Una de las visitas obligatorias fue al Museo del Oro, donde pudimos conocer piezas muiscas del siglo XI a.C. como la famosa “Balsa Muisca” que hace alusión a la leyenda de El Dorado.
Laguna de Guatavita

También visitamos el centro histórico y subimos al cerro de Monserrate para tener una vista panorámica de la ciudad.

Balsa Muisca (Museo del Oro. Bogotá)

Se dice que en la leyenda de El Dorado un rey muisca se cubría el cuerpo con polvo de oro y realizaba ofrendas en la Laguna de Guatavita, situada a poco más de hora y media de Bogotá. Nos vimos obligados a visitar dicha laguna, y, sin duda, nos sorprendió gratamente. Es una maravilla de lugar cargado de magia.

Nos recomendaron continuar el viaje por Manizales, Salento, Popayán, Pasto, Santiago de Pasto, Ipiales y Santuario de Las Lajas, último destino antes de cruzar la frontera para llegar a Ecuador.

Manizales destaca por su catedral basílica de estilo gótico, la más alta del país con 106 metros de altura. En Salento nos reencontramos con Will, nuestro amigo inglés que vivió con Dani y conmigo en México hace ya 7 años.
Don Elías y Will, moliendo el café

 Con él fui a los cafetales de Don Elías, señor encantador de más de 70 años que nos explicó con detalles todo el procedimiento del café, desde la plantación de las semillas, despulpado de los granos, fermentación, lavado y por último, el tostado de los granos donde ya toman el color oscuro, listo para ser molido. Visita más que recomendable. De lo mejorcito de nuestra estancia en Colombia.

 ** Para más información de los cafetales de Don Elías, os recomiendo pinchar en el siguiente enlace del periódico "El Mundo":  http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/03/sudamerica/1257208908.html


Ritual de la Ayahuasca, en Sgo. de Pasto
Ya cerquita del mundo andino, por Santiago de Pasto, hicimos la toma de la ayahuasca, también conocida como yagé.

Especie de planta sagrada que te hace viajar a lugares desconocidos de tu mente. Todo bajo el control de nuestro amigo chamán Jaime Tisoy, en una ceremonia increíble donde tocaba instrumentos antiguos que parecían llevarte a otra época. ¡Experiencia más que recomendable!




El Santuario de las Lajas, de estilo neogótico, fue nuestra última parada cerquita de la frontera con Ecuador. Llama la atención por su localización, en el cañón del río Guáitara. Peculiar paisaje, el típico de los puzzles de mil piezas que hacía yo cuando era pequeño.

Santuario de las Lajas






No podía acabar esta entrada sin hablar del producto estrella del país (con el permiso del café): las arepas. Alimento hecho de masa de maíz molido o de harina de maíz precocida, de forma circular, muy popular en la gastronomía colombiana. Cualquier plato que pidas para comer vendrá siempre acompañado por su correspondiente arepa. Lo que para nosotros en España sería el pan, pan que tanto echo de menos en este viaje. 


...Vamos para Ecuador!!!