viernes, 13 de julio de 2012

Con todo el dolor de mi corazón...¡Adiós Burundi!



Hace unos 9 meses que empecé a escribir este blog contando mi aventura en Burundi. Mi sueño se hizo realidad y por fin pude hacer un lectorado. Nunca podré olvidar esta maravillosa experiencia africana. Aún recuerdo el día que me llamaron desde el Ministerio de Exteriores para decirme que había sido seleccionado para dar clases de español en la Universidad de Ngozi, casi no me lo creía. Fue allá por julio del año pasado, cuando estaba trabajando en Sicilia. Dicen que a la tercera va la vencida y así fue. De la emoción, tardé poco en ponerme las 40 mil vacunas allí mísmo, entre Cefalú y Palermo. Digamos que vacunándome ya no había marcha atrás, la decisión estaba tomada.

Esta experiencia en Burundi puedo compararla con mi año Erasmus en Francia en 2005 o mi intercambio de diez meses en México en 2008. Años completamente diferentes pero muy enriquecedores y especiales cada uno de ellos.

Hoy escribo mi última entrada del blog, algún día tenía que llegar el día de la despedida. En septiembre mi amigo Andrés Altuna cogerá el relevo y seguirá con las clases de español en Ngozi. Le deseo toda la suerte del mundo y sobretodo una feliz experiencia.

Quería dar las gracias a todas las personas que han creído en mí y que me han apoyado siempre para venir a Burundi. Era una oportunidad única que no podía rechazar; significaba ir a África y dar clases en la universidad por primera vez en mi vida. Sabía que tanto personal como profesionalmente iba a ser muy positiva, y así ha sido. Gracias también a todas las personas que me han ido siguiendo en el blog; espero que haya sido agradable e interesante de leer. Al menos he intentado expresar de la mejor manera posible todas las experiencias y anécdotas vividas estos meses en el corazón de África.

Miles de imágenes y buenos recuerdos me llevo en la maleta. En Burundi aprendí a valorar mucho más las cosas que tengo y que forman parte de mi vida, destacando a mi familia y a mis amigos con respecto a los sentimientos, es decir, el tiempo y la distancia a veces pueden llegar a ser duros cuando te separas de los tuyos. También la vida sencilla, sin consumismo, materialismo, estrés, etc. que nos invade en los países occidentales. En Burundi no siempre tuvimos electricidad y agua por ejemplo, así que había que tener siempre provisiones de agua en botellas, provisiones de velas o linternas. Y hablo de mi caso, que vivía en una casa preparada para los muzungu, para que no echáramos mucho en falta las comodidades de nuestros países, pero hay que decir que la mayoría de las familias burundesas hacen kilómetros todas las mañanas para ir a buscar agua y por supuesto, no tienen luz eléctrica, cuando cae el sol, todo el mundo enciende sus velas o directamente se van a dormir porque su día ha terminado.

Mi primera experiencia como profesor de español en la universidad fue bastante positiva. He aprendido mucho, ¡incluso de mi propia lengua! Al principio fue un poco duro porque no tenía nada preparado, todas las clases me las tuve que preparar al 100%  El lector anterior se fue antes de acabar su curso, así que no me dejó ninguna referencia. Para colmo, tuve que dar las horas que él no pudo acabar (200) más las mías (405) así que, para mi primer año creo que no está nada mal.

Los alumnos estaban volcados con mis clases, muy motivados, lo que hacía que yo también lo estuviera. El francés fue la herramienta que utilicé para poder enseñarles español porque es la lengua que ambas partes conocíamos. Poquito a poco fui dejando el francés para que al final sólo hablaran español. Espero que haya funcionado, al menos me encontré con buenos resultados. 

Con respecto a los viajes, a parte de conocer casi todo Burundi, tuve la oportunidad de ir a Uganda, donde hice mi primer safari, cumpliendo así otro sueño: ver jirafas, elefantes, leones, hipopótamos... En Tanzania estuve 3 semanas viajando por todo el país con mi amigo Josito. A parte de ver paisajes preciosos y de hacer excursiones inolvidables como la del Monte Meru con el loco Benjamin, nos pegamos una semanita en la isla de Zanzibar, paraíso de playas de arena blanca y agua cristalina. El otro país fue Ruanda, país gemelo de Burundi, también de paisajes increíbles y merecedor de ser visitado.

Para terminar, quería hablar un poquito de las personas que han significado algo para mí en estos meses por tierras burundesas:

- Brian: ha sido la persona que más he conocido. Aunque ya lo presenté hace unos meses, lo vuelvo a mencionar. Aparte de compartir casa, también éramos colegas en la universidad, así que pasamos mucho tiempo juntos. Es francés, de 35 años, profe de Derecho. Una bellísima persona. Siempre ha estado ahí cuando lo he necesitado, para lo bueno y para lo malo. Con él hice el viaje a Uganda a parte de otras pequeñas excursiones alrededor de Ngozi. Lo echaré bastante de menos, hasta pronto Monsieur Menelet.

- Amidou: igualmente, he hablado de él en entradas anteriores. En un principio fue mi alumno en las clases de español, después se convirtió en mi mejor amigo. Es burundés, tiene 26 años y acaba de presentar su memoria de fin de carrera, de la cual fui su director. Es la 1ª que se hace en español en la Universidad de Ngozi. Tanto para él como para mí fue todo un honor. Es una persona con un corazón enorme, un buen amigo. Espero que pronto pueda ir a España para perfeccionarse con el idioma. Gracias por todo Profesor Nshimirimana. 

Gaëtan: él es francés, de 26 años. Músico. Creo que era mi alma gemela en Burundi. El problema fue que él vivía en Gitega y yo en Ngozi, con lo cual no pudimos coincidir mucho tiempo juntos, pero cada vez que nos veíamos la liábamos. Él con su acordeón y yo con mi guitarra, echábamos unos buenos cantes y alegrábamos las fiestas. Tenemos como proyecto futuro juntarnos por Europa, sea donde sea, y formar nuestro grupo. ¡Nunca se sabe!

- Abbe Apollinaire: rector de la Universidad de Ngozi. Entre los 5 aspirantes que había al puesto de Ngozi, él confió en mí y se quedó con mi CV dándome así la oportunidad de vivir esta experiencia. Se ha portado conmigo estupendamente.


El resto de "actores" que han formado parte de mi "película burundesa" también merecen ser mencionados, y que me perdonen si me dejo a alguno en el tintero: Jean Pierre, Gentil, Grace, Cristian, Soulé, Kadafi, Prudence, Valentin, Diette, Augustin, Inge, Anne Claire, Abdoul, Trésor, Pascal, Tina, Bonet, Nicoletta, Mélanie, Nicolas, Delphine, Gael, Natsumi, Michaël, Omar, Enrique, Mathilde, Carol, Charlotte, Boundes, Youssouf, Sonia, Claire, Domitien, mis estudiantes, los trabajadores del restaurante Belvedere, la gente del videoclub Kadafi, Sengiyumva, Julien, Bosco,  Elsie, Natacha, Mélissa, Max, Pierre...


Como dice un proverbio burundés:


Ngiye jure y -amaso yanyu mugabo munzonguma hafi y-umutima.
Je vous quitte des yeux mais pas du coeur.

Os dejo con la vista, pero no con el corazón.
 








AMAHORO MUGENZI, AMAHORO BURUNDI!





domingo, 24 de junio de 2012

Rwanda, Le pays des Mille Collines



El fin de semana del 16 y 17 de junio fui de viaje al país gemelo de Burundi, al país de las“Mil colinas”: Ruanda.

En un principio el viaje sería con Valentin y Gaëtan, dos amigos franceses de Burundi. El problema fue cuadrarnos los tres, luego las visas, los imprevistos de última hora, etc…Parece que el destino no quiso que hiciéramos este viaje los tres juntos, una lástima, pero bueno, al final los personajes de esta historia fueron distintos, pero igualmente maravillosos: Caroline, de Canadá; Charlotte, de Francia; y Awam, de Burundi.  


El viaje comenzó con ellos tres en Bujumbura con el coche de Caroline. Los pobres pincharon y tuvieron que cambiar una rueda, así que llegaron un pelín tarde a Ngozi, pero sin problemas. A partir de ahí todo fue perfectamente. Desde Ngozi tardamos casi 2 horas en llegar a Kigali. Nos instalamos en el hotel e inmediatamente nos fuimos a patear la capital. Es una ciudad ubicada prácticamente en una colina, lo que dificulta el desplazamiento de un lado a otro caminando, así que acabamos derrotados. A Charlotte se le ocurrió la magnífica idea de ir a tomar algo al famoso hotel “Des Mille Collines”, mereció la pena.  


Para quien no lo sepa, este lugar fue el refugio de cientos de ruandeses de etnia “tutsi” durante el genocidio de 1994. Por la noche, después de cenar, Awam nos llevó a un concierto donde había varios grupos de la zona, como Tom Close, Jey Polly o Rafiki, pero el más conocido de todos fue el burundés Kidumu. Disfrutamos mucho.

El domingo por la mañana fuimos al Memorial del genocidio. Fue demasiado impactante. Pasamos más de dos horas dentro. Cuando salimos nos quedamos sin hablar durante un buen rato; las fotos, vídeos y comentarios de los afectados por el genocidio fueron terribles, pero prefiero no dar detalles, son demasiado desagradables, muy tristes. 


En todo caso, es un lugar que hay que visitar. No hay que olvidar lo que pasó en Ruanda entre las etnias Hutu y Tutsi; la herida sigue aún abierta, y me temo que por muchos años.

La última parada del viaje queríamos que fuera algo diferente de Kigali, así que Awam nos llevó a un lugar con un paisaje increíble, al lago Ihema. Fue un lugar estupendo para poner punto final a nuestro mini viaje ruandés. Gracias Carol, Charlotte y Awam por estos dos días inolvidables.



miércoles, 20 de junio de 2012

Profesor Amidou Nshimirimana


En esta entrada quiero contar una bonita historia, la de uno de mis estudiantes que consiguió realizar uno de sus sueños: presentar su memoria de fin de carrera en español.



Se llama Amidou Nshimirimana, ya lo presenté en entradas anteriores pero para quien no lo sepa, a parte de haberlo tenido como estudiante, es un gran amigo. 

La verdad es que no fue nada fácil, todo eran obstáculos, había falta de apoyos por parte del departamento de letras de la universidad y para colmo, la entrega de la memoria se hizo tarde; pero bueno, gracias al apoyo del Rector Apollinaire, todo fue posible. 
Por otro lado, los miembros del tribunal tenían que ser hispanohablantes y licenciados en letras. Tuvimos que mover cielo, mar y tierra para encontrarlos. Al final pudimos contar con Omar, profesor de español en el Lyceo francés de Bujumbura, y con Enrique, profesor jubilado. 

Para mí fue todo un orgullo ser partícipe de dicha memoria escrita por primera vez en español en la Universidad de Ngozi; me tocó dirigirla ¡todo un reto!


Con esta memoria, Amidou mostró grosso modo el desarrollo de la lengua española en todo el mundo con todo tipo de datos, cifras y estadísticas. Después concretó en África subsahariana y por último, en la Universidad de Ngozi. Durante unos 15 minutos hizo su presentación y luego los miembros del tribunal le hicieron preguntas y valoraciones sobre la memoria. Se defendió muy bien. Obtuvo “mención especial” con la calificación de 17´5/20.  



A partir de ahora, cualquier estudiante burundés podrá realizar su memoria de fin de estudios en español, y no sólo en inglés y francés como antes.


¡Enhorabuena Profesor Nshimirimana!

domingo, 13 de mayo de 2012

Tambourinaires

En esta entrada quiero presentar a los “tambourinaires” de Burundi, músicos internacionalmente reconocidos. 


En la Universidad de Ngozi tenemos a un grupo de tamborileros que ensayan una o dos veces por semana. Cuando tengo tiempo me gusta escucharlos. Cantan, tocan e incluso bailan al mismo tiempo. ¿Cómo es posible? Pues colocándose el tambor en la cabeza, dejando así el cuerpo libre para el baile…son verdaderos malabaristas de circo, unos fenómenos.
Según la historia, los tamborileros de Burundi tienen una tradición milenaria, la transmisión pasa de padres a hijos. En su origen, eran ganaderos de la etnia Hutu que estaban al servicio del rey. Desde 1960 se han dado a conocer por todo el mundo.
La relación del tambor con la agricultura está asociada simbólicamente con la fecundidad. Ingoma es el nombre que se le da al tambor, significa también “reino”.
Los percusionistas se instalan en un terreno llano y golpean diversos tambores al unísono. Los amashako tocan el ritmo continuo y los igishikiso siguen la cadencia dada por el tambor central. El solista que toca el tambor inkiranya es el que dirige al resto de tamborileros.


Los ritmos guardan un significado tradicional. Muchos ritmos están ligados a la vida rural: recogida de sorgo, semillas…Cantos y ritmos evocan con humor a los pájaros que devoran la comida. Algunos ritmos llaman al reconocimiento de personajes importantes. Otros aclaman la paz, el respeto la unidad y el progreso del país.








Me muero de ganas de tocar con ellos. Parece que el ritmo puedo llevarlo bien, lo complicado será ponerme el tambor en la cabeza, bailar y cantar en kirundi, aunque me gustan los retos. Ya veremos. Por el momento, sigo disfrutando del espectáculo.


domingo, 29 de abril de 2012

Tanzania + Isla de Zanzíbar






Por fin hoy me siento delante del ordenador y me pongo a escribir sobre mi viaje a Tanzania. Desde que volví a Burundi no he tenido tiempo ni para respirar. Poniéndome al día con las clases en la Universidad y ayudando a mi amigo Amidou a preparar su memoria de fin de carrera. Esta semana he dado 28 horas de clase a los de 4º de español. Voy marcha exprés para poder acabar con todos los cursos antes del verano, así que hago 7 horas al día de clases de lunes a viernes…




Bueno, a lo que iba, ¡mi viaje a Tanzania!


En un principio sólo tenía pensado pasar una semana en la isla de Zanzíbar con un grupo de amigos franceses que viven aquí en Burundi, pero al final, hablando con mi amigo Josito (el canario con el que viví en México en 2008) coincidiendo que él iba a hacer el viaje de su vida: la vuelta al mundo en 80 días, (ver blog: http://elpaseodejosito.blogspot.com.es/ ) decidí al final prolongar las vacaciones a 3 semanitas en Tanzania y así estar más tiempo juntos.


Dicen que la distancia y el tiempo hacen el olvido y que las amistades se van perdiendo…pero los buenos amigos siempre están ahí. La prueba es que después de México 2008, luego he estado con Josito en Madrid, en 2010 en Canarias, en 2011 en Londres y ahora en 2012 en Tanzania. Hemos compartido muy buenos momentos, nos hemos reído mucho y hemos hablado con un poquito de nostalgia de nuestro querido México y de los amigos que hicimos allí. Nuestro próximo encuentro tiene que ser en Extremadura, ¿quizá en 2013?


Me encontré con Josito en el aeropuerto de Dar es Salaam el 28 de marzo y el mismo día decidimos coger el Ferri e irnos a la Isla de Zanzíbar. Tengo que añadir que mi viaje empezó en autobús desde Burundi el día 26 marzo…y 26 fueron las horas para llegar a Dar… ¡casi me da algo!







en bici por el sur de Zanzíbar


Zanzíbar: lugar paradisiaco, de playas de arena “harina” y de agua cristalina. Isla recomendada al 100% para pasar al menos dos semanas de relax. El tiempo nos acompañó toda la semana que estuvimos allí. El primer día lo pasamos en Stone Town, ciudad encantadora de tradición musulmana.




Aquí fue donde conocimos a las alemanas Karen y Eva (aunque antes ya las vimos en el Ferri desde Dar) y con ellas decidimos subir el día siguiente a Nungwi (norte de la isla) donde estaban las mejores playas. Ahí pasamos 5 días increíbles. Hicimos snorkel y disfrutamos de un buen solito. Winnie y su prima Rafaella, (que así decidimos llamarle) nuestras amigas de Kenia, también tengo que mencionarlas porque formaron parte de la aventura. Con Paul, Clémence y el resto de amigos franceses sólo pude coincidir un día, pero lo pasamos bien y nos dimos un buen homenaje cenando un buen marisco. Por supuesto, no puedo olvidar a los Masaï, al final me hice amigo de alguno de ellos. Pensé que sería más difícil verlos o que estarían más escondidos en sus pueblos, pero resulta que estaban por todo el país, que tenían móvil e incluso Facebook. ¡Hasta estuvimos de fiesta juntos bailando la Danza Kuduro! Digamos que no han tenido más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos.






mis amigos Masaï







Los dos últimos días los pasamos en el sur de la isla, menos turístico pero igual de encantador. Vanesa (española) fue nuestra siguiente amiga por estos lares. Al final nos pasamos los primeros siete días bien acompañados, no nos podíamos quejar.


Nos costó dejar la isla pero teníamos que continuar el viaje y volvimos a Dar, nuestro punto de partida.

El 6 de abril llegamos a Mikumi National Park donde hicimos un safari.





MIKUMI NATIONAL PARK













¡Fue alucinante! Las fotos lo demuestran. El viaje siguió hacia el norte de Tanzania e hicimos parada en Dodoma, capital del país. Aquí realmente no había mucho que ver. Sorprende que sea la capital del país cuando en realidad tiene 4 calles y media. El día siguiente subimos a Arusha y aquí si nos paramos varios días.




Con nuestro amigo Benjamin (que lo conocimos en Zanzíbar) hicimos un mini recorrido cerca de su casa, a las afueras de la ciudad. Acabamos de noche, viendo las estrellas y escuchando el sonido de los animales… ¡fantástico! 2 días después, con Benjamin hicimos ya una excursión en serio durante horas por el monte Meru. Contacto al máximo con la naturaleza. Caminamos descalzos por la hierba fresca del bosque, cogimos moras y vimos un paisaje asombroso que difícilmente podremos olvidar. ¡Gracias Benja!

















Después de Arusha Josito hizo más safaris y yo me fui a Moshi, donde pude ver de cerca el Kilimanjaro… ¡increíble!


El último día en Tanzania lo hicimos de nuevo en Dar es Salaam donde Josito cogía su avión para seguir su vuelta al mundo. Su nuevo destino era Tailandia.









Yo cogía el bus de vuelta a Burundi. ¡Esta vez fueron más de 30 horas!


Gracias Josito por haber sido un buen compañero de viaje, un buen amigo. Nos hemos pegado unas vacaciones inolvidables. Me alegro de haber compartido estos primeros 21 días de tu vuelta al mundo contigo. ¡Buena continuación, carnal!






¡Nos vemos en Extremadura!

viernes, 6 de abril de 2012

mon 27 anniversaire!!


Mi 27 cumpleaños en África no podía celebrarse sin buena compañía y música en directo. Esta vez fue un co-cumpleaños compartido con mi gran amigo Amidou. Él hacía 26.

Nos juntamos en mi casa más de 30 personas. Gente de Burundi, del Congo, de Comoros, de Madagascar, de Italia y de Francia, acompañaron al único español por estos lares. Muchos regalos y felicitaciones.

Por supuesto al final todos tuvieron que escribirme algo en mi banderita de Burundi.
Cada año me toca en un país diferente, ya se ha convertido en una especie de tradición.




¿Dónde será el año que viene?

martes, 13 de marzo de 2012

un globo, dos globos, tres globos...

... vida es un globo que se me escapó...

En esta entrada quería contaros que en Burundi ha nacido una de mis nuevas pasiones: los gLoBoS!

Nunca hubiera imaginado el impacto que iban a tener entre los niños, es genial. Lo que es un simple plástico inflado de aire puede llegar a ser el mejor juguete para un montón de niños. Desde enero hasta el día de hoy siempre llevo algunos globos en los bolsillos. Es un placer inflar alguno y ver como a los niños se les dibuja una sonrisa de oreja a oreja. Creo que ahora me conocen por el "muzungu" de los globos de colores, así que cada vez que me ven me piden que les infle alguno.



Los días de diario siempre estamos en Ngozi, la ciudad. Mi intención era que también los niños del campo, los de las aldeas, pudieran jugar con los populares globos. Así que este fin de semana, aprovechando que vinieron unos amigos franceses (Gaetan y Valentin), cogimos el coche y nos fuimos a las aldeas de la región a repartir unos cuantos. Fue todo un éxito, muy divertido.


Mi madre tiene que estar bien contenta al saber que sus globos están repartiendo tanta alegría.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Sengiyumva, el nuevo habitante de la casa

Os presento a nuestro gato Sengiyumva. (Sengi, para los amigos).

Tiene unos 5 meses pero vive con nosotros desde hace 3 semanas. Es muy salao, se deja acariciar, cada vez araña menos, se come las sobras, los bichos de la casa y todo lo que sea comestible. Aprendió rápido a manejar sus impulsos fecales y los hace en su cajita llena de arena, ¡un gato ejemplar!


Es la primera mascota de mi vida, ya tenía ganas, aunque, a decir verdad, lo que yo quería era un perro, pero en esta casa somos tres y existe la democracia. Así que mis ganas de tener un perro tendrán que esperar todavía un tiempo.

sábado, 18 de febrero de 2012

Boda burundesa

El pasado sábado mi amiga Diette me invitó a la boda de su hermana. Divertido recuerdo.

La primera parte me la salté, es decir, 2 horas de Iglesia donde el cura expresa las palabras mágicas para que al final los novios se prometan amor eterno, etc. Esa parte es igual aquí, en España y en San Petersburgo. Yo a lo que iba era a lo bueno, a la fiesta, a curiosear trajes tradicionales, la música, los bailes, la bebida...

Sobre las 17h30, después de la ceremonia, llegó la recepción donde los asistentes se reunían en una gran sala que separaba a los invitados del novio por un lado y a los de la novia por otro. Ahí llegué yo, pero un pelín tarde. Para sentarme tuve que pasar por todo el medio, fui el centro de atención de los 200 invitados más los novios. En fin, el único blanco en toda la fiesta. Para colmo me pusieron en primera fila, donde todo el mundo me podía ver, así que fracasé en el intento de pasar desapercibido.

La recepción fueron otras 2 horas de diálogos cruzados entre las dos familias, siempre en kirundi (idioma del país) por supuesto, así que tuve que imaginarme las conversaciones, no me tocó nadie al lado que pudiera traducirme muy a mi pesar. De vez en cuando cortaban para dar paso a algún espectáculo, esto fue lo mejor, niños cantando a los novios, cantos de Burundi, bailes tradicionales… Un familiar se pone de pie, coge el micro, bendice al matrimonio y publica su ofrecimiento para los novios: - yo daré una vaca. – Nosotros daremos a los novios una cabra y dos gallinas. – Yo les ofrezco 6 sillas y una mesa para el comedor…

Más tarde, los novios se fueron a casa para cambiarse de ropa y media hora después volvieron con sus trajes nuevos para dar paso al Levée de voile, que literalmente sería el levantamiento del velo de la mujer. Es el momento en el que la familia de la novia da las gracias a la familia del novio por haber aceptado el matrimonio con ella. Yo pensé que sería algo recíproco pero no, ella es la que tiene que estar agradecida según la tradición burundesa. Así que 1 hora y media más de charlas, de sentimientos, de risas y lágrimas. Al final las dos familias se juntan en mitad del salón, intercambian abrazos, besos, cantan, bailan todos juntos, los novios subidos en hombros, la gente contentilla después de unas cuantas cervezas.




Tras casi 4 horas de conversaciones en kirundi, de bailes y de cantos tradicionales, tenía que llegar lo que esperaba hacía ya un rato: el momento de la cena, de la comida rica, la típica de las bodas. Además, pensando que sería como cualquier boda en España, fui medio en ayunas para disfrutar bien de todo lo que me pudiera encontrar…pero no...todo el mundo se fue para casa, yo me quedé salivando como el perro de Pavlov, ni cena ni banquete ni ná, mi gozo en un pozo. Sólo la familia más allegada era la que tenía una cena especial. En fin, lo de la cena quedó en anécdota, porque sinceramente, todo mereció la pena, agradecí muchísimo la invitación, tenía curiosidad por vivir la ceremonia de una boda en Burundi y el resultado fue todo un espectáculo, un éxito. Dispuesto a repetir.


miércoles, 8 de febrero de 2012

Caminos imposibles

Saliendo de la ciudad de Ngozi puedes encontrar la verdadera esencia de la vida burundesa, la de siempre, la del campo, la de la gente viviendo en armonía con la naturaleza. Casitas de adobe, madres llevando a los bebés en las espaldas, niños felices jugando al escondite, cabras pastando, caminos de tierra que se pierden entre los árboles...

Quería contaros que hace unos días me encontré por estos lares a una señora mayor con una habilidad digna de cualquier alpinista profesional, merecedora de un artículo en mi blog, y también de salir en el programa de Cuarto Milenio reconocida como un suceso paranormal.

Como se puede apreciar en la foto, la señora va descalza y lleva en la cabeza una penca de bananas y un saco, al parecer, de patatas. De repente, la vi subiendo este camino empinado con una facilidad inexplicable, sin apoyar las manos en el suelo y sin perder el equilibrio. Un camino practicamente vertical, pero, ¿cómo lo hacía? No había truco, puedo jurar que no era un camino escalonado, que no llevaba ventosas en los pies ni clavos, que subía erguida, sin tropiezos...Esperé a que subiera y luego me acerqué para comprobar que efectivamente la pendiente del camino era enorme, practicamente una pared.

En fin, algún día volveré al mísmo lugar a ver si hay más gente que consigue la proeza de esta señora, echaré otras fotos donde se vea el camino entero (unos 5 metros de subida) para dejar constancia de la altura y después intentaré subir yo, pero sin plátanos y con zapatillas.

lunes, 23 de enero de 2012

Y llegó el 2012...

Muchos son los que me han preguntado si seguía con el blog, y con razón lo hacían porque la última vez que escribí fue hace más de un mes; pero no ha sido por dejadez ni por falta de inspiración. Desde un principio, mi intención fue escribir exclusivamente mis vivencias y anécdotas de este año en Burundi, así que hice un paréntesis mientras pasaba las Navidades en España. Ahora he vuelto a tierras africanas con las energías a tope (incluso después de 27 horas de viaje, con 3 escalas de regalo…perfecto coñazo).

Mi ausencia por Burundi estos días ha deparado varias sorpresas. Ahora el 70% de las calles están asfaltadas, aparecen las primeras señales de tráfico, los primeros pasos de cebra, nombres de las calles, nuevo mercado, nuestro coche que vuelve a funcionar, internet en la Universidad ya casi todos los días, menos cortes de luz y agua en casa, 40kg de material didáctico de la AECID (libros, diccionarios, mapas, audios...) que han llegado por fin a Ngozi para mis clases de español, etc. Me gusta como está comenzando el 2012 por estos lares, con la nueva imagen de la ciudad y con la mejora de las comodidades.

En cambio, qué cierto es cuando decimos que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos o, en mi caso, dejamos de tener por un tiempo. Digo esto porque para uno que lea mi blog, la vida en África puede parecerle maravillosa, pero quizá es momento de profundizar más y añadir que no todo es color de rosa, que hay que ser fuerte estando tanto tiempo lejos de familiares y amigos, a los cuales dedico este artículo.

Este mes por casa ha sido muy especial: mis padres volcados conmigo; mis hermanas, todas en casa, liándola en Nochebuena con guitarra y buenos cantes; mi abuela Javiera, que es más fuerte que un roble, recuperándose de un sustillo; mis tíos, mis primos (qué buenos momentos en casa de Juan y Raquel, grabando pelis como locos y comprobando lo fácil que es cocinar con la thermomix); fiestón de Nochevieja en casa con mis amigos, partiditos de fútbol 7, patatitas del Hoyo, viaje a Gerona, Barcelona, C.Real, Cáceres… No podían haber sido mejores mis vacaciones.
Ahora estoy aquí en Ngozi con el subidón que necesitaba. Gracias a todos por estar siempre ahí, no cambiéis nunca.