miércoles, 30 de agosto de 2023

Mzungu, Mzungu!!

 Mwiriwe!!

20 días en Burundi. Soy un afortunado de haber compartido este viaje con mi hermano Juanfra, compañero de la facultad y amigo desde hace 20 años. El destino ha querido que desde hace unos años compartamos muy buenos momentos, entre viajes y festivales de música. ¡Ahora tocaba un reto mayor!



Para mí es la tercera vez por estas tierras. A pesar de ello, aún me sigue sorprendiendo experimentar lo que nuestros ojos ven cada día. Juanfra alucinó con los paisajes y con el cariño de la gente. El choque cultural es muy fuerte y quizás es eso lo que nos maravilla de estar aquí.

Ambos formamos parte de la Asociación Twenge. Irene, Andrés y Amidou son el resto del equipo. Este último es el que da vida y continuidad a nuestro proyecto. Le di clases de español allá por 2011 cuando fui lector en la Universidad de Ngozi. Ahora somos muy buenos amigos.



Nuestro hermanito Amidou fue a buscarnos al aeropuerto de Buyumbura. Nos dio mucha alegría volver a verlo. En estos días hemos vuelto a Gatonde, nuestro querido pueblo batwa. Con muy poquitos recursos, el año pasado pudimos llevar a cabo diferentes proyectos como la creación de las tarjetas sanitarias o los baños comunitarios. Este año llegaron otros como la fuente o el lavadero. Para acceder a esta zona de Gatonde hay que bajar por un camino muy desnivelado y además cuando llega la temporada de lluvias, es extremadamente peligroso por las posibles caídas o resbalones. Por ello, otra de las novedades de este año fue transformar este acceso en una escalera ecológica gracias a la superposición de neumáticos reciclados. El resultado ha sido inmejorable.



Otros proyectos importantes que hemos llevado a cabo este verano han sido la creación de un vivero (patata, mandioca y berenjena) y la plantación de árboles frutales (maracuyá, tomate de árbol y papaya) para abastecer a todo el poblado. Además, hemos vuelto a repartir ropa para los más pequeños y hemos renovado las tarjetas sanitarias.

Durante una semana, Amidou no pudo estar con nosotros, así que nos prestó su moto para que pudiéramos continuar yendo al poblado de Gatonde. ¡Fue toda una aventura! Conducir un vehículo en Burundi no tiene nada que ver con lo que acostumbramos a vivir en nuestro país. Allí los códigos de circulación o las señales de tráfico brillan por su ausencia. Digamos que los movimientos o incorporaciones a las calzadas se realizan según la intuición, según la distancia o velocidad a la que se encuentra el vehículo más próximo. En ausencia de Amidou, Francine fue nuestra compañera traductora para poder comunicarnos con nuestra familia batwa. 



Estos viajes en moto provocaron a Juanfra una pequeña infección en un ojo debido al polvo que se levantaba en el camino. Por suerte, en el hospital pudieron tratarle el problema y a los pocos días se le curó.

Quisimos incluir una pequeña escapada a Ruanda en este viaje para que Juanfra conociera otro país. No estuvimos ni 24 horas, pero mereció la pena. Pudimos ir al memorial del holocausto y visitar los lugares más conocidos de Kigali. Amadou y Assia, amigos de Amidou, estuvieron prácticamente todo el tiempo con nosotros. Dos ruandeses con un corazón enorme. Hoy podemos decir que tenemos dos nuevos amigos, amigos de verdad.

 

La familia Twenge sigue creciendo. Estamos muy orgullosos de todos los proyectos que estamos llevando a cabo desde que nos configuramos como asociación. Es muy satisfactorio comprobar que con muy poco se puede hacer mucho. 



Volveremos y seguiremos luchando por encontrarnos con un mundo un poquito más justo.

Amahoro!


No hay comentarios:

Publicar un comentario